Endodoncia
Coloquialmente se conoce como “matar el nervio” y consiste en eliminar los tejidos de los conductos del nervio para luego sellarlos con un material derivado de una planta, la gutapercha. El éxito de las endodoncias depende de la preparación de los conductos de los cuales trabajamos de forma mecánica con unas limas especiales de níquel-titanio (Protaper ®). Estas limas son altamente flexibles en comparación con los instrumentos convencionales ya que permiten trabajar conductos muy curvados.
Además, aplicamos la medición eléctrica de última generación (Raypex 5®) a nuestro protocolo para calcular la longitud de los conductos ya que las radiografías pueden dar resultados erróneos al ser una proyección en dos dimensiones, constituyéndose un problema grave en conductos curvados.
Los localizadores de ápices, en cambio, miden las resistencias dentro de los conductos y permiten así evitar la sobre o subinstrumentación de éstos.
El sellado de los conductos lo realizamos con Thermalfil®, un material termoplástico que se calienta en un horno para luego moldearlo de una manera precisa a la forma del conducto, sellando hasta los canales accesorios que no se pueden ilustrar ni en radiografías.