lo esencial
Todos los implantes no son iguales. Las diferencias son importantes.
En los años 80 las expectativas de los implantes eran distintas a las actuales tanto estéticamente como funcionalmente. Esto también estaba condicionado por la técnicas que existían para trabajar el titanio. Como consecuencia contábamos con conexiones simples entre los implantes y sus pilares. Se utilizaban conexiones de hexágono externo que servían para atornillar la corona encima . La desventaja de este sistema es que al masticar, las fundas y los puentes tienen que soportar fuerzas laterales que apenas son soportables por una conexión externa y como consecuencia provocan el aflojamiento de la prótesis, fractura de pilares y tornillos de ésta.
Las prótesis sobre implantes deben atornillarse y no se pueden cementar como en los dientes naturales. El seguimiento y el mantenimiento de dicho sistema de prótesis es costoso. Existe una anchura irremediablemente en el ajuste de las conexiones con las paredes paralelas que no permiten una unión implante – pilar sin espacios.
Se produce una importante colonización de bacterias en la zona seguida de irritaciones del tejido, y como consecuencia una pérdida ósea con el paso del tiempo.
Aunque estos implantes aún se utilizan a menudo, en los 90 se diseñaron otros implantes con conexiones internas. Así los problemas del antiguo sistema no se eliminaban pero sí se reducían gracias a la transmisión de las fuerzas al interior del implante. Como una fuerza no puede lógicamente saltar un espacio, esas se transmiten al tornillo de fijación del pilar compensando así el hueco a largo plazo. Las posibilidades con tales implantes están limitadas teniendo conexiones con paredes paralelas.
La solución a esta problemática es utilizar una conexión cónica que permite evitar un espacio.
Se utiliza mucho cuando es necesario transmitir grandes cargas contínuas como por ejemplo la fijación de las ruedas en los coches de fórmula 1 o como el anclaje en los motores de las aeronaves.
Ankylos transfiere este concepto a la implantología.
Como consecuencia el clínico necesita menos implantes para cubrir la ausencia de piezas con puentes .
Debido a la ausencia del microespacio se consigue una ausencia de bacterias y una estabilidad del hueso y de los tejidos blandos adyacentes a largo plazo.